Los síntomas básicos del síndrome anoréxico son tan expresivos, que sus rasgos más esenciales ya pueden entre sacarse de las primeras comunicaciones sobre la enfermedad.
Con el mantenimiento obstinado de esa actitud de rechazo
de la alimentación se llega, de forma progresiva, a un estado de decaimiento
físico, acompañado de estreñimiento y amenorrea. Por otra parte, resulta
también característica la marcada ausencia de conciencia de enfermedad y de
deseos de curación, así como la existencia de un tipo específico de relación de
la enferma con su familia.
Una gran actividad motora que contrastaba de forma clara
con la debilidad física de, en este caso, la enferma. Como síntomas para el diagnóstico
diferencial con estados de desnutrición carenciales. Tras prolongadas
observaciones, destacaba , en cuanto al curso del proceso se refiere, la
remisión espontánea, la evolución a la cronicidad y la posibilidad de
fallecimiento.
Los síntomas fundamentales de la enfermedad quedan, pues,
reflejados ya de forma tan nítida en las primeras publicaciones, que estas han
conservado su vigencia hasta nuestros días. Por razones didácticas, expondremos
la sintomatología de la enfermedad.
El diagnóstico de la anorexia se basa en la presencia de
ciertas características. En este sentido conviene recordar los criterios
considerados para el diagnóstico de la anorexia psíquica:
- Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo normal para la edad y talla.
- Miedo intenso al aumento de peso o a ser obeso incluso con peso inferior al normal.
- Distorsión de la apreciación del peso, el tamaño o la forma del propio cuerpo.
- En las mujeres, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos en el plazo previsto (amenorrea primaria o secundaria)
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